Cada año vengo a Zaragoza en las mismas fechas y corro la carrera de los bomberos. Son diez kilómetros rápidos ya que, al pasar por los tres parques de este cuerpo de Zaragoza, es una carrera lineal y cuesta abajo.
El chancleteo de mis sandalias huarache, aunque leve, es muy diferente del sonido de las zapatillas habituales y me delata al adelantar corredores, estos, por esa razón o porque es un gesto reflejo cuando te adelantan, siempre miran ahí abajo y sus comentarios han dado lugar a numerosas anécdotas que, de momento, sólo están apuntadas en mi cabeza.
(Menos la de hoy).
- ¿Tú viniste el año pasado?
- Sí.
- Te he reconocido por el sonido de las chancletas.
- Nosonchancletasonsandalias,lasprimerasvansueltaspordetrásyestásvansujetas¿ves?simedieranuneurocadavezquexplicoestoseríamillonario.
- El año pasado dijiste lo mismo.
- Pues eso.
Vista tu indumentaria, decir que llamas la atención por tus chancletas es más una mentira piadosa que otra cosa.
ResponderEliminarLo raro es ir más discreto. De hecho esa era una foto de hace dos años, las de este aún no habían salido. Ahora ya sí, y la he actualizado. Espero con ansia tu comentario sobre esta indumentaria que, en todo caso, espero que convengas que es más discreta en general pero más extraña entre tanto corredor (yo).
ResponderEliminarSerá que no he visto la foto antigua pero esta indumentaria la veo normal, respecto a las sandalias me acostumbré a ver a cada año a un señor mayor con barba descalzo con el chip atado en el tobillo en el Mapoma desde el 93 hasta el 97 por lo que no me llama tanto la atención...
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