domingo, 14 de octubre de 2018
Camino de San Salvador. Prólogo.
Igual que el año anterior.
Mismo vuelo de Norwegian a Madrid. el cercanías a Chamartín, el tren a León. El mismo paseo por San Isidoro y San Marcos, la foto con la estatua del peregrino, la autofoto con la catedral de fondo.
Escogí el mismo supermercado, compré lo mismo para comer al día siguiente y dormí en el mismo albergue. Por poco no me tocó la misma cama. No hay que ser supersticioso, trae mala suerte.
También llevé mi Moleskine, claro, y también escribí algo sentado en el banco de San Marcos:
"Ha pasado un año de uno de los momentos más difíciles y tristes de mi vida, tener que abandonar el camino sin haberlo comenzado. Se agolpan sentimientos, emociones...pero prefiero sentirlos que escribirlos. Este año espero llevar a cabo el plan previsto".
Y sí. Lo hice.
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