martes, 23 de octubre de 2018
Camino de San Salvador. Quinta y última. Mieres-Oviedo. Emocionante.
"Quien peregrina a Santiago y no al Salvador, sirve al criado y olvida al Señor".
Pero...no lleva la fama y parece de segunda, y son solo cinco días, y no es Galicia.
Además en mi caso no era fin de trayecto, continuaba por el camino primitivo hacia Santiago. Por todas esas razones pensé que no me emocionaría como ante el Obradoiro y encaré con tranquilidad la calle Magdalena. Ante el arco del ayuntamiento y bajo la atenta mirada de San Isidoro empecé a reblandecerme. La magnitud de los edificios me recordó lo ínfima que es mi vida pero lo bien que me lo paso y lo apasionante que había sido este peregrinar. Y lo que en otros tiempos significó Oviedo para mí.
Recorrí Cimadevilla muy lento, atras quedaba la Pulcra Leonina, me esperaba la Sancta Ovetensis, "solo" cientoveintidos kilómetros.
Llegar peregrinando a la catedral de una ciudad siempre es especial. A mí se me hizo imposible no llorar.
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