lunes, 28 de noviembre de 2016
Sanabrés 9. Outeiro. Benemérita.
lunes, 14 de noviembre de 2016
Sanabrés 8. Silleda. Ensalada en el colegio femenino, que no falte el pe...regrino.
miércoles, 2 de noviembre de 2016
Sanabrés 7. Vanesa y el boomerang en Castro Dozón.
miércoles, 26 de octubre de 2016
Sanabrés 6. Orense-Castro Dozón. "Costiña".
sábado, 22 de octubre de 2016
Sanabrés 5. Orense. Paparazzo.
jueves, 20 de octubre de 2016
Sanabrés 4. Xunqueira 2. Callos.
miércoles, 19 de octubre de 2016
Sanabrés 3. Xunqueira de Ambia. Rétese usted.
Para retos, este: http://correresdecobardes.blogspot.com.es/2015/06/el-reto.html
martes, 18 de octubre de 2016
Sanabrés 2. Laza. Pili Vs Cova.
- ¿Tanta leche con tu tierra y el himno y ni siquiera te lo sabes de memoria?
- No, sí… o sea, por si me equivoco.
- Tiene cojones…
El burgalés, fino y al quite, quiso jugármela.
- Como que te sabes tú el de la virgen del Pilar.
- Mira Antonio, los de Zaragoza podemos ser ateos, decir que somos mallorquines y reírnos de España, Europa y de casi todo. Pero solo de casi todo, a la virgen del Pilar no nos la toca nadie y, ¿sabes qué te digo?
- Qué?
- Que “VirgenSanta, Madre míiia, luz hermooosa, clarodiía queelatierra araagoneeesa tedignastevi-si-taaar…”
Y así canté yo primero, y se oyó en Laza y para toda Galicia y Asturias uno de los himnos de la virgen del Pilar peor cantados de la historia, pero triunfante e infinitamente sentido.
viernes, 7 de octubre de 2016
A Gudiña. Decíamos ayer.
Uno tiene las obligaciones y menesteres que tiene y eso le permite irse a caminar solo (y sólo) unos ocho días al año, por eso los caminos de Santiago los voy haciendo por trozos. Para completar el Sanabrés he tardado dos años, el año pasado hice de Zamora a A Gudiña y este año de allí a Santiago.
Fue una sensación extraña volver al sitio donde abandoné el camino el año anterior, en el mismo sitio y a la misma hora exactamente un año después.
Estaban allí de nuevo el mismo grupo de gente mayor andaluza, los mismos dos franceses, la norteamericana loca, la huraña alemana y la pareja de hombres raros que nadie sabe de dónde son porque no hablan nada entendible. ¿Cómo, después de lo que yo creía había sido un año muy ajetreado, podía haberse parado el tiempo así en ese extraño e intrascendente pueblo al inicio de Galicia? Decidí no darle ninguna vuelta al misterio, si acaso cagarme en él como hace Saza al final de "Amanece que no es poco", y no pude por menos, además, que recordar la frase de Fray Luis de León tras cinco años en la cárcel, la misma que después repitió Unamuno tras otros siete en el mismo sitio.
viernes, 23 de septiembre de 2016
Quizá seríamos más felices...
Si nos aseguráramos de que el sujeto que está delante del verbo necesitar es verdaderamente "yo".
Si exploráramos algún camino más que el que nos enseñan y, si al ver que el que nos hace feliz es poco transitado o incluso no lo ha escogido nadie, nos diera igual lo que dicen los de las autopistas y no permitiéramos que eso nos robara ni un pedacito de esa felicidad.
Si nos enseñaran desde niños lo natural que es amarnos a nosotros mismos porque somos maravillosos, y que así somos todos. Entonces surtiría espontáneo, habiendo besado ya infinito cada milímetro del espejo, mirar sólo hacia los demás.
Si al hablar lo hiciéramos siempre como si fuera a ese espejo.
Si nos diésemos cuenta de que mi manera de ser feliz no tiene por qué ser la de los otros y pudiésemos tolerarlo.
Yo, de esto último, me doy cuenta así que, quizás, olvidad todo lo escrito.
domingo, 11 de septiembre de 2016
Huarachismos
Cada año vengo a Zaragoza en las mismas fechas y corro la carrera de los bomberos. Son diez kilómetros rápidos ya que, al pasar por los tres parques de este cuerpo de Zaragoza, es una carrera lineal y cuesta abajo.
El chancleteo de mis sandalias huarache, aunque leve, es muy diferente del sonido de las zapatillas habituales y me delata al adelantar corredores, estos, por esa razón o porque es un gesto reflejo cuando te adelantan, siempre miran ahí abajo y sus comentarios han dado lugar a numerosas anécdotas que, de momento, sólo están apuntadas en mi cabeza.
(Menos la de hoy).
- ¿Tú viniste el año pasado?
- Sí.
- Te he reconocido por el sonido de las chancletas.
- Nosonchancletasonsandalias,lasprimerasvansueltaspordetrásyestásvansujetas¿ves?simedieranuneurocadavezquexplicoestoseríamillonario.
- El año pasado dijiste lo mismo.
- Pues eso.
viernes, 5 de agosto de 2016
Tomeu, el batería.
-¿Compañero...?
-Sí, llevaba la misma camiseta que tú, me ha dicho que era el músico del bar, el batería.
-Ah, el batería, claro, Tomeu, ya me había dicho esta mañana que andaba corto de gasolina, qué majo el tío, ¿eh? pero los que tocan la batería son un poco raros, mucho mejor nosotros, los guitarras, más normales.
Y ella ha sonreído con cara de duda aunque afirmando con la cabeza, quizá no le sonaba que se llamara Tomeu, quizá se ha percatado de mi invención, o quizá no y ha sentido un cachito de felicidad.
miércoles, 3 de agosto de 2016
Clausura
La paciente inglesa
No fue en un avión, ni en el desierto. Fue en mi hospital, ayer.
Dos días antes habíamos hablado de que, a diferencia del castellano, el idioma inglés te permite decir "Te quiero" sin que tu interlocutor se asuste. No lleva tanta carga. Puedes decir que quieres a alguien sea de la forma que sea, poco o mucho, solo un cariño o una estima, o sencillamente en respuesta a un cumplido, o a un chiste. En cualquier caso puedes, sin problemas, decir "ailofyu".
(...)
-Do you want me to put you some medicine so you'll feel well?
-Yes, please.
-If I do that you'll surely fall asleep.
-Ok.
-You understand what that means, don't you?
-Yes, doctor.
Le pedí a la enfermera que preparase el bolo inicial para la sedación. No hubo más palabras, bueno sí, una más, mientras se le cerraban los ojos por el rápido efecto de la medicación me miró, y susurró: "Grasias".
Antes de acabar mi jornada laboral pasé por su habitación a despedirme. Dormía, claro. Le acaricié el pelo, lloré, y me despedí: "I love you, my english patient".