jueves, 23 de septiembre de 2010

Deporte y solidaridad a base de contagiar sonrisas.




 Porque algo ha hecho que se asocie deporte y solidaridad y, en Mallorca, no se para de organizar eventos solidarios con la excusa del deporte, o eventos deportivos con la razón de la solidaridad, valgan (que valen) las dos.

 Porque hay un grupo de personas que ejerce de motor y sonríen mucho, y te enganchas a ellos. Pocas cosas tan adictivas como una persona sonriente, tienes ganas de estar con ella y, si es un grupo de personas sonrientes, en muy poco tiempo estás perdido, querrás seguirlos todo lo que puedas, y si encima, con lo que te proponen, pretenden (y consiguen) multiplicar sonrisas, aun atrae más.

 He visto contagiar sonrisas entre deportistas por estar haciendo algo con buen fin para la esclerosis múltiple, para pueblos argentinos del Paraná, para escuelas de sordos en India... este fin de semana toca para la fibrosis quística.

 Y sé de un enfermo de una enfermedad crónica inflamatoria intestinal que no para de sonreír con vosotros.

 Gracias.

 Mas info:

http://bit.ly/aM4Nba
http://bit.ly/bqvGHg

lunes, 20 de septiembre de 2010

Capacidades (¿in?)finitas.




Hola:

 Creo que la capacidad de sufrimiento y superación, así como la capacidad de goce y placer (tal como dicen del amor) son capacidades infinitas, es más, seguramente (de nuevo como el amor) son de esas cosas que, cuanto más las forzamos, más aumentan, y en modo exponencial, de forma que nunca nos acercamos siquiera a ver de cerca su límite.

...


 ¿O no?



  Intentando no enrollarme en temas personales planteo una situación: cuando empecé a correr tenía muy cercana toda una vida de sufrimiento y superación (no tiene gran mérito, no me quedó otro remedio), y conservaba por tanto una gran capacidad de ello. Encajaba muy bien el "sufrimiento" de las carreras beneficiándome muchísimo del placer posterior a ellas.

 Conforme he ido mejorando de salud y entrenando, he ido disfrutando, al mismo tiempo, mucho más de la vida y aumentando (no os imagináis cuánto) mi capacidad de gozar. Esta situación ha desembocado en que tengo la sensación de tener mucha menos fuerza de voluntad o ganas de sufrir en una carrera, hasta el punto de que, si no hubiera sido porque pertenecía a un equipo, seguramente hubiera abandonado mi última media maratón.

 Sufrir en las carreras es una manera de procurarnos placer. Pasas dos horas (en mi caso) horrorosas corriendo una media maratón porque la sensación que te queda después es muy placentera durante más rato. Esa es la teoría y, en mi caso, hasta ahora, se cumplía, pero últimamente ya no.

 ¿Algo no funciona en mi cabeza?, ¿Me he quemado?, ¿Toca descansar?

 ¿O es que mi capacidad de sufrimiento es finita y ya sólo me queda la reserva y mi cuerpo la guarda para la próxima cornada de la vida o la enfermedad?

 ¿O es que mi cuerpo o mi mente prefieren dedicarse ya sólo a cultivar mi capacidad de goce y placer por métodos más... instantáneos y hedonistas?

 ¿Os ha pasado alguna vez algo parecido?, ¿Algún psicólogo (barato) en la sala?, ¿Algún ácido marchador que con un dardo afilado me saque de mi tontería o, al menos, me arranque una sonrisa?

 Prometo que es la penúltima vez que utilizo mi blog como terapia.

sábado, 11 de septiembre de 2010

¿Eres sordo o eres tonto?





Vaya paradoja, seguro que todos los sordos NO han oído esa frase nunca... porque son sordos, pero seguramente se la han dicho muchas veces. "Suerte" que no oyen una frase tan desagradable, aunque seguro que preferirían oírla, otra paradoja.

Supongo que no es difícil imaginar una parte de los problemas que puede tener una persona sorda, pero quizá sí cuánta parte nos dejamos, ¿nos damos cuenta cuán fuera del mundo de los oyentes se puede llegar a sentir una persona sorda? Seguramente no. ¿Cuántas barreras más tienen?

Quizá no sea mala idea dejar que alguien que está plenamente empeñado en romperlas nos lo cuente, y cómo, de hecho, él las rompe a diario y hace cosas que la mayoría de los oyentes ni soñaríamos.

Aprendamos lecciones de superación de los catedráticos en ella. Primera clase en Bunyola, el 15 de noviembre.

Día 15 de Septiembre a las 20h Bunyola
José Luis Garcia Ginard
Movil: 659300485 ( Sólo Mensajes )
E-Mail: rutasdelsilencio@gmail.com
Web: http://www.rutasdelsilencio.com




Además, el día 19 de Septiembre:


MARCHA CICLO-SOLIDARIA-RUTAS DEL SILENCIO
DíA MUNDIAL DE LAS PERSONAS SORDAS
19 de Septiembre de 2010
Marcha ciclo-solidaria a beneficio de Anantapur (India). Fundación Vicente Ferrer. Recaudar fondos para ayudar a la escuela de niños sordos en Kuderu (India).  
El objetivo de esta marcha no es competitivo, se trata de una acción de sensibilización social y de solidaridad con personas que luchan por la eliminación de las barreras de comunicación, la igualdad de oportunidades y la difusión de la lengua de signos






martes, 7 de septiembre de 2010

Porque así soy mejor.




Un día decides que vas a mejorar algo en tu trabajo, vas a introducir algún elemento nuevo que piensas que redundará en tu beneficio, el de la empresa, el de los compañeros... al principio cuesta, estás acostumbrado a hacer las cosas de cierta manera y este nuevo invento parece retrasar las cosas, requiere de un esfuerzo adicional y tarda en ser positivo, pero tú estás convencido de que lo será. Tras un tiempo y repetidos esfuerzos lo empiezas a automatizar, ya no te quita tiempo, y finalmente tenías razón, haces el mismo trabajo en menos tiempo, o más trabajo en el mismo tiempo, y lo haces mejor. Estás satisfecho, mucho, te ha gustado la experiencia y no puedes por menos que intentar seguir haciendo cosas parecidas para mejorar.

Un día te haces consciente de que alguien de tu familia, o tu familia en general, o un amigo, son una parte de tu vida a la que no le estás prestando la atención que merece, decides que no puede ser, no puedes seguir así, merecen más de tu tiempo y un tiempo mejor. Al principio no sabes cómo hacerlo, tienes el tiempo muy ajustado y el poco que les dedicas se te hace muy difícil que sea "de calidad" porque estás cansado y agobiado por otras cosas, pero la determinación está tomada. Quitas un poco de tiempo al sueño, reduces ordenador, televisión... y con mucho esfuerzo finalmente agrandas su hueco y lo haces más confortable. Te sientes realizado, has hecho algo bueno.

Seguramente al principio tenías serias dudas de que el sacrificio mereciera la pena, estabas casi seguro de que abandonarías a mitad del intento, no estaba nada claro que fuera beneficioso, pero tras un tiempo has llegado a hacer algo de lo que no te creías capaz, que te ha dado mucho más de lo que esperabas y ha aumentado mucho tu valoración de ti mismo al ver que estás haciendo cosas que jamás creías que pudieras.

De esto hablo yo cuando hablo de correr, o de ser capaz de mantener el gesto de ir corriendo durante una hora, aunque sólo hagas diez kilómetros (pensamientos a seis), o aun más lento, pero de mantener ese esfuerzo y ver que tu cuerpo puede, y disfrutar del placer de beber de verdad con sed, de ducharte cansado, de dormir de nuevo como un niño, de contarlo, de sentir que sí, que puedes. De mirar atrás y pensar que el camino, aunque hayas sufrido algo, ha merecido la pena porque ahora ya sólo te rinde beneficios.

Sé que intentar explicar por qué perdemos unas seis horas (o más, o menos) a la semana "corriendo" para no ir a ninguna parte a los que no lo entienden es fútil, pero hoy, mientras corría con una amiga, otra loca de esto (Gracias Ascen, por tu compañía hoy y por haber adaptado tu ritmo a mi parsimoniosa cadencia) se me ha ocurrido que podía ser paralelo a otras cosas, quizás dicho así alguien sea capaz de entenderlo.

Seguramente no.