viernes, 31 de enero de 2014

Tengo un hermano...





...que dice que es muy bueno al ajedrez. Dice que viene a ser lo que será Miquel Capó cuando se retire, que fue élite. Yo creo que es un poco fantasma pero le quiero porque es mi hermano y solo tengo dos (acerca de lo fantasma que es el otro hablamos otro día que ese...ese sí que lo es, con cadena, sábana y todo el copetín).

A mí el ajedrez es una de esas cosas que me da curiosidad, como casi todo. Jugué contra mis amigos de pequeño, como casi todos. Y sé cómo se mueven las piezas y poco más. Como casi todos.

Es una de esas cosas que dicen que sirve para aprender a pensar en esta vida, el ajedrez, el latín, los despechos amorosos... (solo soy élite en la tercera de ellas).

Al grano. Hermano: dime si crees que esto estaba preparado, que no dudo yo de que el hijo de Carlos le dé pal pelo al  Puertas pero ay, no sé. ¿Qué opinas?

(Otro día, con bejota, que es el que sabe de boxeo, que nos hablen juntos del chessboxing, deporte al que pertenece la imagen).

lunes, 27 de enero de 2014

Serendipia.






- El sábado comí en el restaurante "Trens" (¡¡muy recomendable con niños!! sacan los entrantes y los postres en un trenecito que llega por su vía hasta tu mesa). En la mesa de enfrente había una pareja con niños. Me quedé con la cara de ella porque me recordó a Marisol cuando era pequeña.


Mala foto, pero bueno, ahí están nuestros postres parados al lado de nuestra mesa.



- Hoy tenía rehabilitación. Normalmente me duermo cuando me tumban con la magnetoterapia pero hoy una fisio cantaba todo el rato una canción de Marisol y reían comentando las películas de dicha actriz.

 -Entro a la sala en la que me ponen los ultrasonidos, comienzan. A los dos minutos se sienta una chica a mi lado, la miro...¡increible!: -"Perdona...tú comiste en Trens el sábado, ¿verdad?. - "Sí".

Era ella, la que se parecía a Marisol.

Si creyera en las señales le buscaría algún sentido a esto, como no creo me río con la serendipia.

miércoles, 22 de enero de 2014

El cacamóvil





Ninguno de nosotros nos llevamos el móvil al baño cuando vamos a hacer caca, todos nos lavamos exhaustiva y eficazmente las manos al acabar y por supuesto toda la gente que nos rodea hace lo mismo que nosotros. Por eso noticias como esta nos escandalizan tanto. Qué guarros estos británicos.

martes, 21 de enero de 2014

Internet es MAGIA.




En esta entrada dos recomendaciones, la magia de internet y lo afortunados que nos tenemos que sentir de aprender tan fácilmente cosas tan interesantes y curiosas gracias a ella.

Primera recomendación: @eurocero, el tuitero que inspira el título de esta entrada. La frase se la he oído decir unas cuantas veces inspirado por aprendizajes como los mMUCHO MÁS INTERESANTES que los míos.

Segunda recomendación: el blog del comidista, este, que suelo leer cuando puedo y del que parte la aventura del aprendizaje de hoy.

El comidista nombra en esa entrada que os he enlazado a las lepismas, que yo sí sabía qué eran pero no sabía que se llamaban así, y me ha encantado. Son los bichitos esos que siempre andan por mi baño (¿por el vuestro?) y que solo se dejan ver un segundo porque se esconden en cuanto enciendes la luz debido -otra cosa aprendida- a su fuerte fototaxia negativa. Son bichos casi únicos porque tienen celulasa, que es la enzima que degrada la celulosa (la convierte en montones de glucosas) por lo que pueden alimentarse de ella. Supongo que por eso se dejan ver por los baños, se deben comer los restos de papel higiénico y los cabellos, la caspa y la suciedad (que también les gusta). Todo esto leído, como no, en la wikipedia, aquí. Qué majos, siempre me han caído bien.

Su depredador habitual, al parecer, son las tijeretas, que de pequeños llamábamos cortapichinas. También bichos simpáticos.

Ay, cuanto tenemos que aprender, hasta de las lepismas, si consiguiéramos implantar la celulasa en los humanos nos podríamos alimentar de todo lo verde y no utilizarlo solo como ayuda al estreñimiento. De hecho, erradicaríamos fácilmente el hambre en el mundo
.

lunes, 20 de enero de 2014

La foto y su circunstancia.



 Perdonadme que le siga dando vueltas al tema, ya acabo (con el tema, las fotos de los amaneceres me las reservo), pero es que me gusta la paradoja.

 Habría quien diría que es el mismo sitio, la misma foto, pero hoy ya es otro día. Un poco antes porque es lunes y seguro que viene cargadito de pacientes ingresados. Con los pies mojados de subir al montículo porque había llovido. Esta vez sin amanecer -por la hora- y sin niebla pero con nubes, y esta vez con susto incluido, alguien que sabe que hago esto casi todas las mañanas ha aparecido por sorpresa a mi espalda y me ha dado un abrazo.

 Qué pocas veces (¿nunca?) se puede afirmar algo de forma absoluta. Al que diga que es la misma foto, o incluso el mismo sitio, no le podemos quitar la razón, pero que me diga qué hacemos con todas esas diferencias. Eso sí, al que diga que no es la foto más bonita que he hecho de ese sitio le tengo que contradecir, la imagen será la que sea pero, sin duda, no podré mejorar la sensación que he tenido hoy al hacerla.

domingo, 19 de enero de 2014

Me pincháis y no me sale sangre.




Podría ponerme muy poético, muy trascendental o, más probablemente, muy coñazo reflexionando alrededor de la imagen que os presento, que por cierto, yo he sacado de aquí.

Es un glóbulo rojo, un hematíe, un eritrocito. Sí, una celulita de las que nada por nuestra sangre, la más abundante, la que, de hecho por eso, le da su característico color rojo (incluída la realeza, por mucho que digan, otra cosa son los moluscos y algunos artrópodos), y está en la punta de un alfiler.

Podría, al hilo de tan curiosa imagen, contaros un montón de cosas que se me pasan por la cabeza esta mañana de domingo en la que no me he movido del ordenador intentando trabajar, pero la imagen se merece que me calle ya, ahí lo tenéis, un hematíe en la punta de un alfiler.

lunes, 13 de enero de 2014

Pican, pican los musiquitos...




- La canción no decía "los musiquitos", decía "los mosquitos".

- Ya, precisamente Musiquito, que en paz descanse, era el que decía que eran las moscas las que picaban, en el minuto 1:03 de su exitazo...





- Ni Musiquitos ni moscas, ¡todo el mundo sabe que las moscas no pican!

- Eso pensaba yo, pero mira tú, estábamos equivocados...


Epílogo (Crónica de una lesión VII).





 En todo caso sigo siendo muy partidario del minimalismo, parece bastante demostrado que "toda la vida" hasta que, sin base científica alguna, se inventaron que necesitábamos amortiguación y "drop", la raza humana ha corrido sin estos elementos y, en mi caso, ha demostrado ser muy eficaz (¿mejor*?) correr sin ellos. Corro más rápido y, aunque sé que no voy a ser campeón de nada, reconozco que correr a 4:20 es muy divertido. Correr a seis, como el título de este blog, es perfecto, seguramente incluso más sano, pero en esta vida, ya sabéis, lo más divertido no suele ser sano, cuando no es pecado (si creéis en un Dios que castiga por ello).

 Lo que pasa es que, si bien mi raza corre así de forma natural, mi cuerpo lleva veintidieciocho años corriendo con amortiguación, mis metatarsos llevaban todos esos años "mimados" y no les he dado el tiempo suficiente para adaptarse a tanto golpe contra una superficie tan dura de forma tan repetida.

 (*Digo mejor porque corriendo así noto mayor libertad en los pies, en las piernas, me canso muchísimo menos y, sobre todo, tras distancias largas, no tengo esa sensación que tenía antes de haber "luchado" contra mi calzado, al contrario)

 Si puedo volver a correr, intentaré adaptarme más lentamente.

*Os recomiendo el blog del que he sacado la imagen que encabeza esta última entrada. Qué bueno es, qué humor tan agudo y típicamente de corredores, de hecho, esa viñeta, le viene a este tema pintiparada.



viernes, 10 de enero de 2014

La navidad es un recorte




 Me gustaría echarme a la cara al “Rajoy” que inventó la navidad. Sí, la navidad es un recorte, no venga usted a decirme entre el veinticuatro de diciembre y el seis de enero que sonría, que salude, que me interese por el vecino…que yo lo intento todo el año y no ando con ese proselitismo hipócrita y temporal tocando los cojones.

 Si a gente como la señorita Cati del Mercadona, por ejemplo, la saludara solo en navidad, si solo la sonriera en ese periodo, si, en caso de verla triste, solo me interesara por ella durante dicho tiempo litúrgico, no hubiera llegado a conocerla un poco como la conozco, ni ella a mí.  Y ella no sabría que vivo en el portal de al lado del mercadona en el que trabaja ni cuál es mi coche. Entonces, al verlo, no lo hubiera reconocido, no hubiera venido a mi portal a las ocho de la mañana a tocar a todos los timbres hasta encontrarme para avisarme de que se me había olvidado quitarlo del prohibido por carga y descarga a partir de esa hora y no me hubiera ahorrado los trescientos lereles de multa -más la grúa- y la molestia de ir a buscarlo, así que a la puta mierda la navidad y sus profetas.

Navidad…¡bah, paparruchas!

 Sonreíd, coño, interesaos por la gente, SI-EM-PRE, y os pasaran cosas como esta, maravillosamente un siete de enero.


#truestory 

Estrés (Crónica de una lesión VI).







 Un cachondo traumatólogo amigo mío me dijo que si era una fractura de estrés que me tomara un orfidal... en fin.

 Y ahora explico lo que es una fractura de estrés y lo que pudo causar que me la hiciera. Una fractura de estrés es diferente a las fracturas normales en varias cosas: primero porque no se produce por un golpe de “alta intensidad” sino por muchos de “baja”, es una fractura típica del corredor y típica donde yo me la he hecho, en el segundo metatarsiano, que es el hueso más largo del pie (es el hueso largo que va inmediatamente detrás del del dedo), os pongo una imagen para que lo localicéis, aunque es de una fractura normal, no de estrés.





 Hay que hacer caso de los avisos, no como yo, porque una vez hecha, es grave, unos tres meses en reposo (de correr) y, según dicen en muchos sitios, una primera fase de reposo absoluto sin nada de apoyo (muletas), cosa que yo no he hecho porque me enteré de que era lo que era tres semanas después y, chico, a estas alturas ya...

 Se produce cuando estás cambiando una forma de hacer las cosas y empiezas a cargar mucho sobre una estructura ósea que antes no soportaba tanto golpe. El hueso es un tejido vivo y, si cargas sobre una de sus zonas se remodela para soportar mejor dicha carga, el problema es que hay una fase que, en ese remodelado, se han tirado tabiques viejos y los nuevos aún no están fuertes y la estructura es débil así que se rompe, pero se rompe por dentro, como si en una casa tiráramos todos los tabiques que no son fundamentales, seguiría de pie y, si miráramos la estructura de dicha casa con rayos X, veríamos perfectamente su silueta, pero estaría rota por dentro, por eso no se ve con esa técnica, en la que tampoco se ve toda la inflamación y edema alrededor del hueso roto. Todo eso sí se ve en la resonancia, que fue la que cantó.

 Os contaría más cosas pero creo que con lo que he hecho ya os he puesto sobre el aviso y espero que lo hayáis entendido.

jueves, 9 de enero de 2014

¿Casualidad?...no lo creo.




 ¿Casualidad?...no lo creo.

 Es un dicho de twitter,  una frase jocosa típica, un "latiguillo" que se suele utilizar después de asociar, generalmente de forma chusca, dos hechos sincrónicos que no están relacionados.

 Hoy ha amanecido como veis en la foto. Con permiso de Heráclito os diré que es el mismo sitio que os puse en la entrada de ayer, y la misma higuera, pero no hay embalse y no hay cielo ni la posibilidad de ver estelas de aviones que nos hagan ponernos poéticos.

 No creo en las señales, como diría aquella, la del vídeo que os pongo abajo, no creo en el azar, ni en Venus ni en Marte...y sigo de acuerdo con ella en TODO lo que dice la canción pero hoy ha amanecido así, ¿casualidad?...no lo creo.




miércoles, 8 de enero de 2014

Amanecer.



 Desde el parking del hospital, en medio del hormigón y el asfalto y con la banda sonora de la autopista, encontré una mañana un rincón de belleza: la higuera, el embalse, el sol y el cielo.

 Muchos días voy y me deleito cinco segundos descansando la vista antes de empezar el trabajo. Algunos de los días hago la foto y la envío a los que quiero por guasap.

 Si es o no siempre el mismo paisaje aunque la higuera esté más o menos podada, haya más o menos nubes y el sol esté más o menos alto es algo que se lo dejaremos a Parménides y Heráclito.

 Parece que hoy alguien pasó por encima de mi rincón pilotando un avión y me dejó su recuerdo plasmado en la foto. Buen camino, para él* y para todos vosotros.

(*¡¡o ella!!).

Radiografía ciega (Crónica de una lesión V).








 Al día siguiente no se vio nada en la radiografía, yo iba convencido de que me había roto algo, el dolor de un hueso roto es muy especial: se pone... no sé, mal cuerpo, sube hasta el estómago, pero la radiografía dijo no así que ni reposo ni nada ( de correr sí, hasta ahora no he podido, y lo que me queda) pero trabajo diario incluido festivos, niños... Por mucho que fuera "de la casa" y por mucho que me viera cojear ostensiblemente todo el hospital (uno se siente mal cojeando tanto sin tener nada roto e incluso se ve obligado a poner buena cara y no quejarse) la resonancia no se hizo hasta el día 30 y... ah, amigo, hay una fractura que frecuentemente no se ve en las radiografías, la "fractura de estrés".


Me he hecho pupita (Crónica de una lesión IV)






 Sigo con la narración del día de autos:

 Empecé a toda leche (para mi nivel, 4:34 el primer kilómetro sin calentar ni nah, mariconadas...) y seguí más rápido aún: 4:06 el segundo. A mitad del primer kilómetro ya dolía pero...qué os voy a decir, ya sabéis la cabezoneriESTUPIDEZ del corredDE ESTE CORREDOR QUE OS HABLA. Mantuve, 4:13 el tercero y con mucho dolor 4:13 el cuarto. Elo me acompañaba en bici y a partir del tercero ya me decía que parara, que cojeaba, pero quería completar al menos cuatro...

TOOOONTOOOO...

Al sonar el pip-pip del cuarto kilómetro paré, no podía más, iba al lado de la playa y ya no pude volver ni por la arena. Me dolía mucho al apoyar el pie en el suelo. El metatarso, claro.

 He descubierto ahora que yo siempre corrí así, por eso se me hacía tanto callo en esa zona con las amortiguadas clásicas, por eso me sentí tan a gusto con el cambio a las minimalistas que favorecen esta forma de correr y por esto (aunque reconozco otros factores posibles y acompañantes) había ganado en cortísimo espacio de tiempo, treinta segundos por kilómetro al crono (una burrada). Y por esto, por este cambio de intensidad a muchísimo mayor en golpe (nada de amortiguación), y en velocidad (no en volumen ya que no estaba corriendo más de lo habitual, si acaso algo menos) seguramente, me lesioné.

(*Ya lo sé, bejota, ya lo sé, pero ya estaba todo escrito y ya... lo cuelgo. Medio me comprometo, si tengo tiempo, a contarte, cuando acabe con esto, un cuento cortísimo de después de navidad que me pasó ayer).

martes, 7 de enero de 2014

Avisos (Crónica de una lesión III)











 A ver si os lo cuento bien: cuando corría intenso, en asfalto y descalzo o con las new feel de decathlon (si no era rápido, o era en pista, o llevaba las merrell trail glove 2 no me pasaba) se me solía poner un dolorcillo en la zona de la planta del pie más cercana al segundo dedo (el segundo metatarsiano). La mayoría de las veces no pasaba de ahí, era solo al principio pero se calentaba y se iba. Alguna vez notaba algo al acabar de correr, cuando enfriaba, y una vez incluso me dolió bastante por la noche al levantarme al baño y un poquito a la mañana siguiente pero finalmente desapareció. En fin, el caso es que el once de diciembre empecé con ese dolor. Tenía que hacer series pero la vida se me había comido el tiempo y luego tenía que ir al teatro así que pensé: "muy poquito, pero calidad". Salí a hacer seis kilómetros planos de asfalto, lo más intensos posibles y con las new feel.

 (Nota explicativa: las new feel sin plantilla (como las llevo yo) es casi lo mismo que ir descalzo, la única diferencia es que tienes cierta sensación de seguridad ante algún cristalillo porque tienen una mínima suela. Maravilloso análisis de ellas aquí , por cierto, os recomiendo esta página para análisis de zapatillas).

(Otra nota explicativa: soy tan profuso en detalles con los síntomas previos a la lesión porque esta es grave y típica de corredores y, si se escucha los avisos se puede evitar).

domingo, 5 de enero de 2014

Preliminar... (Crónica de una lesion II).






 Me he lesionado. El miércoles harán cuatro semanas de ello. Ocurrió el once de diciembre.

 Pero antes de daros más detalles voy a hacer un previo por si hay "no corredores" entre los lectores de este blog que todavía siguen aquí (o corredores que aún no están al tanto de la "guerra" que se está cociendo entre estilos de correr).

 Resulta que ha cambiado la moda y, en el mercado deportivo, a parte de intentar convencer al comprador con argumentos estéticos, tienes que currarte también algo asociado a la salud y la ciencia, así que ahora hay quien nos dice que lo mejor, más sano y natural, es (cágate lorito) correr "como toda la vida" (hasta hace unos treinta años), o sea, sin amortiguación. Nos han convencido (yo me lo creo porque lo he visto con estos ojitos) de que corriendo con zapatillas "minimalistas", o sea, sin amortiguación y sin drop (drop = diferente altura entre el talón y los dedos del pie, estando el talón más alto en las zapatillas amortiguadas clásicas) facilitas correr de la forma natural, es decir, "entrando" de metatarsos (lo primero que aterriza es la parte delantera del pie, la que hay justo antes de los dedos), y que con las "clásicas" amortiguadas-con drop lo que facilitas es entrar de talón y eso, a parte de antinatural, es menos eficaz, efectivo y eficiente.

 Esta introducción la hago porque yo, que llevaba cinco años corriendo sin lesión alguna, me he lesionado debido a haber cambiado de zapatillas "clásicas" a "minimalistas" con una adaptación a las mismas demasiado corta, o sea,  sin adaptación.

sábado, 4 de enero de 2014

Volver. Crónica de una lesión (I)




Tiene cojones, volver a escribir en el blog por una lesión.

Pero es que va a ser la responsable de que, si puedo volver a correr algún día (qué lento pasa el tiempo lesionado) vuelva a ser a seis.

 Esto en principio lo iba a contar en el foro de @tletasdebaleares pero, visto el tocho que estaba saliendo he decidido colgarlo aquí al estilo de “Crónica de una caída” sabiendo de antemano que me vais a machacar todos (bejota por tocho y porque no necesita razones para hacerlo, los antiminimalistas por haberme lesionado corriendo de esa forma, los que tengáis cabeza por no tenerla…).

 Venga, va, lo cuento. A ver si aprendemos todos de mi "desgracia".