lunes, 7 de junio de 2010

Hagamos sangre

A ver si esta entrada me sale como quiero, sencillita.

Pensaba hoy, mientras corría con el calorazo y mi camelbak con agua, que igual podía explicar muy sencillamente el mecanismo por el que nos deshidratamos corriendo, por qué no hay que reponer sólo agua y por qué se hacen ciertas cosas popularmente (como tumbar a alguien con las piernas en alto) de forma correcta, o incorrecta a veces. Parece fácil, y lo es, pero se puede complicar un poco y explicar un poco más profundamente.

En el cuerpo hay tres recipientes, serían como tres vasos comunicantes:

 1. El espacio intravascular, es decir, las arterias y las venas, por dentro del cual va la sangre.
 2. El espacio intersticial, es decir, el pequeño espacio que hay entre los vasos (arterias y venas) y las células.
 3. El espacio intracelular, es decir, dentro de las células.

La cantidad de líquido que hay dentro de los vasos, es decir, la cantidad de líquido que lleva la sangre, o más sencillamente: la cantidad de sangre, se debe mantener más o menos constante pese a las entradas (lo que bebemos y comemos, que la comida lleva mucho líquido también) y las salidas (lo que... evacuamos, tanto por un sitio, como por otro, como por el sudor y... todo tipo de secreciones).

La cantidad de líquido que tenemos en la sangre es importante para que la presión que produce el corazón bombeando sea suficiente para llegar a los órganos, es pura fontanería, si nos deshidratamos hay menos líquido, por tanto menos presión (o vulgar e incorrectamente dicho: "tensión", como cuando hay poco líquido en las tuberías y en los pisos más altos no llega el agua en una casa), nos baja la presión y nos mareamos, porque la sangre llega con menos presión a la cabeza (el piso más alto), es decir, llega menos, y por tanto las neuronas quedan desasistidas y nos mareamos. Por eso tras las carreras cuando alguien se deshidrata le damos la vuelta a la casa, ponemos los pisos bajos y poco importantes arriba: lo tumbamos con las piernas hacia arriba, para "robar" sangre de ellas, facilitando su llegada, por la ley de la gravedad, al corazón y de ahí a la cabeza (los pisos altos e importantes, que ponemos abajo para que les llegue bien la sangre).

Seguiré, ¿va bien?, ¿sirve de algo? ¿paso de esto? .,

7 comentarios:

  1. Dale caña Sixto. Pero sobre todo ... ¡¡disfruta con lo que haces!!

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  2. Muy didáctico!! qué bueno, a mí me encantaría saber por qué despues de hacer ejercicio no siento ni pizquita de hambre pero luego... madre mía, me comería un caballo!!
    Más clases de fontanería!

    Blanca

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  3. Creo que estás creando escuela

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  4. Gracias José Manuel, lo hago, lo hago.

    Blanca: no te preocupes, no me olvidaré, hablaré sobre ello.

    Tonija: Seré el maestro Ciruela, que no sabía leer y puso escuela.

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  5. muy interesante, ya estoy enganchado al blog, como a ti el dia de la cursa del Teix, me enganche y solo te solte a la llegada...

    prosigamos....

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  6. A los que nos dedicamos a esto nos servirá mucho tus lecciones. Continúa!

    En sintonía a tu entrada he recordadoque hace unos 3 años padecí un síncope vasovagal después de una Travesía Santiago Casas.
    Me puse malísimo ya que por mi hipocondrísmo creía que podía padecer algo relacionado con la muerte súbita. Después de la visita al cardiólogo y 4 pruebas, un tilt test me dijo que padezco "síncopes vasovagales".

    Suena fatal pero es fácil de prevenir, tal y como tu has dicho, con buena hidratación y con sustancias que aumenten la presión sanguínea. Qué te sientes mareado? Cuerpo a tierra!!!! Así que no os asustéis si me veis tirado en alguna carrera. No me ha vuelto a pasar...

    Gracias Sixto y buen trabajo!

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  7. ¡Hola Dani!

    Gracias por leerme, seguiré, lo prometo.

    Un abrazo.

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