sábado, 19 de marzo de 2011

Cambio.

A veces los cambios llegan sin que los esperemos y, aunque se nos prometa que serán para mejor, a priori solemos ser reacios a acogerlos. En todo caso, si vienen impuestos, su aplastante aura de inevitabilidad nos facilita aceptarlos.

Otra veces nos vemos obligados a cambiar algo como única solución para darnos cuenta de si estábamos bien como estábamos y, en el instante en el que tocamos el botón rojo de "no hay vuelta atrás" nos damos cuenta de que sí, que estábamos bien así, y ¿qué hacemos ahora?

Si buceo en mi mente la palabra cambio me trae al PSOE de 1982 (tenía siete años y, dado que pensaba que ganaba las elecciones el que más carteles colgaba, sabía de sobra que iban a arrasar):



Sobre esto he de decir que pensaré que los políticos han cambiado cuando no celebren como lo hacen que han ganado las elecciones si no que, aunque contentos, me transmitan la sensación que deberían tener de peso ante la responsabilidad que se les viene encima. También me gustaría que se dieran cuenta de lo que son: nuestros servidores.

También me viene a la mente David Bowie. Cambios. Ch-ch-ch-ch-cheinches...




Tampoco se puede olvidar el maravilloso diálogo de "Aterriza como puedas" con el comandante Clarence Cambio, Ben y Victor pilotando.




Y no me puedo quitar de la mente la acertada frase del conde de Lampedusa en el Gatopardo:


"A veces es necesario que algo cambie para que todo siga igual"

1 comentario:

  1. Ánimo Sixto, los cambios, pequeños o grandes, implican movimiento y el movimiento implica acción.

    ¿Cómo és el slogan de una conocida compañía de seguros? "Because change happenz"...

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