viernes, 28 de octubre de 2011

Nada II (El pensamiento).


(Segunda de la doble entrada dedicada a la media maratón de Bilbao)

Si habéis leído las últimas entradas del blog sabéis que las condiciones en las que llegaba a la media maratón de Bilbao eran… ¿difíciles?, ¿peligrosas?... mucha sobrecarga en fines de semanas con semanas en blanco entre medias obligado a descansar de dichas sobrecargas, por eso pensaba que era posible que no acabase por agotamiento o porque “me rompiese”. Hubo suerte, fue bien, pero dicho miedo al inicio de la carrera me hizo aplicar una cosa que aprendí en su momento y, de nuevo, me volvió a servir.

Un día me explicaron que para pensar en nada no hay que cerrar la puerta de entrada de los pensamientos a la cabeza, si no abrir la de salida. No podemos evitar que los pensamientos entren (Ejemplo: intentad no pensar en pingüinos en el próximo minuto… ¿veis?), pero si podemos intentar, ¡y conseguir!, que el pensamiento no te atrape, no se quede a vivir un rato: si te haces consciente de que no es urgentísimo y de que, SIN DUDA, ya volverá cuando le toque el momento y le mantienes abierta la puerta de salida, tarde o temprano acaba yéndose (más temprano cuanto más ejercitas esta técnica, como todo, mejora con el entrenamiento) y puedes volver a pensar en nada hasta que entra el siguiente pensamiento intruso al que, cada vez, tardas menos en facilitar la huida.

Llega un momento en que se cansan de entrar y salir y se quedan fuera, y entonces es cuando piensas en nada, cuando te relajas, cuando te puedes sentar en tu sofá interior y estar a gusto aunque fuera estés corriendo y cansado. El pensamiento en el dolor de piernas ya ha entrado unas cuantas veces, y se ha vuelto a ir, los pinchazos, el cansancio, la preocupación… en la cabeza no queda nada y el cuerpo da lo mejor de si sin obstáculos.

Y puede llegar a ser mucho.


(Explicación a la imagen de la entrada: Dice la leyenda urbana que en la última imagen de la película "La reina Cristina de Suecia" en la que se le ve a esta (Greta Garbo) alejarse despidiéndose de su país en un barco, el director:  Mamoulian, le dijo a la actriz que para ese momento pusiera "cara de nada", y ella nos regaló esa imagen, uno de los iconos de la historia del cine).

Nada (Media maratón de Bilbao).




(Entrada sin pensamiento, pero me apetece contar algo puramente deportivo esta vez, si queréis el pensamiento leed la siguiente. Vaya de paso dedicada a Carmen Laforet, cuyo libro me encantó en su momento y a la que vi morir. Sí, en directo).

Otros títulos que pensé para esta entrada fueron:

Medio limón y un limón y medio limón, remedando al juego adolescente para emborracharse, porque en ella os cuento como en tres fines de semana consecutivos he tenido la suerte de poder “correr” (entrecomillado por la “velocidad” a la que lo he hecho) media maratón y una maratón y media maratón.

La tríada desgraciada, porque en momentos de sobrecarga máxima de dicha triple burrada pensé que me podría “romper” con, por ejemplo, una tríada desgraciada de O’Donoghue

84. Por el número de kilómetros.

145. Por… luego lo explico.

Pero al final decidí titularla “Nada” porque vi el subtítulo de mi blog: “En que pienso cuando corro” y recordé que durante la mayoría del tiempo de la última media maratón, la de Bilbao, en lo que pensé fue en eso, en nada. Y ese pensamiento lo he desarrollado (cortito, como siempre) en la próxima entrada.

La media maratón de Bilbao, para quien le interese saberlo:

   Es muy plana.
   Se corre a partir de las 21:30 de la noche y eso es una GRAN diferencia con lo que estamos acostumbrados a hacer.
   Si quieres hacer tiempo es especialmente importante ponerse delante porque es muy populosa y el recorrido es estrechillo y se tarda muuuucho en poder coger ritmo y no tener millones de personas alrededor.
   Recorre en su mayoría la zona centro de Bilbao por lo que hay bastante gente (además, repito, es un sábado por la noche).
   Se puede hacer maratón (serían dos vueltas al mismo circuito).



Mi experiencia:

   Muy buena ya que, dada la sobrecarga que llevaba, tenía serias dudas de acabar por lo que empecé en ritmos de hasta 6:20 en los tres primeros kilómetros para instalarme en unos 5:40 hasta el diez en los que me sentía muy cómodo y, finalmente, darme cuenta de que me encontraba aún mejor y ponerme a apretar hasta acabar los tres últimos a 4:50 por lo que entre el Km 14 y el 21 adelanté a ¡¡145!! Personas (Lo que explica dicho número nombrado antes).
   Cinco minutos menos que en la media maratón de Menorca habiendo mediado una maratón en el fin de semana entre ellas… curioso.

martes, 25 de octubre de 2011

Cambio envidia por fe. Razón aquí.



Yo hubo un día que creí, que tuve fe en Dios, me refiero, y me sentía afortunado.

Ahora creo que no creo y me gustaría creer porque aquella fortuna era un tesoro maravilloso y lo peor es que he cambiado una virtud teologal por un pecado capital hacia quien tiene la suerte de mantener esa fe…

Mal camino el mío.

Mucho mejor el de José Manuel.

A ver si voy a su conferencia y se me pega algo de él.

Su blog

lunes, 17 de octubre de 2011

Pues venga, una maratón.


(Entrada dedicada a Ignacio y Guillermo mallorkadicto, sin los cuales esto no hubiera sido posible)

Esta es la tercera parte de una triple entrada que comienza, evidentemente, dos entradas antes, con la que se titula: "Para tener algo sobre lo que cambiarlos".




Tras nueve días haciendo unos noventa km de media con la bici de montaña cargada con las alforjas por el camino (camino) de Santiago y haber vuelto el día tres de octubre...

Tras haber ido a Menorca a dar una conferencia y, puesto que me habían invitado, haber comenzado la media maratón con serias dudas de acabarla pero con el ánimo de Mito y Slowpepe haberla acabado en un mierdadoscerouno 2h01yalgunossegundos (el día nueve de octubre)...

Tras todo ello, el sábado día quince de octubre, en la presentación de la madrina de TRIATS.som, me entero de que estoy inscrito a la maratón TUI del día siguiente.

Cágate. Piernas hipercargadas y ¿hacer una maratón en este estado sin preparación alguna ni física ni psicológica?...

Y va Ignacio que me dice que él la hará con mallorkadicto en series ca-co (caminar correr) para bajar de cinco horas...

Y el dorsal, que me acaba de dar DVD, que me quema en las manos...

Comento la jugada con mis dos grandes amigos, Joan y Josemi, quienes, mirando por mi salud me dicen que no haga el loco, yo les digo que solo me pone cachondo la idea de hacerla, pero que seguro que no.

Y que estaba (y estoy todavía) con diarrea vírica cortesía de mi hijo, a su vez cortesía de sus primeros días de guardería.

Pero Joan corría la media y me animo a bajar a Palma con él.



Duelen las piernas y la tripa pero empiezo, "oye, a los cinco kilómetros me retiro, o a los diez, o como mucho en la media".

Y pasan los cinco y los diez… y los quince y los dieciseis...






... y con la compañía y el sistema decides ir a la izquierda al final de avenidas "a ver qué pasa, ni de coña acabo pero..."




Y el siguiente objetivo es siempre llegar al siguiente descanso de caminar.

Y en un momento dado el objetivo se acaba convirtiendo (también) en llegar al punto de giro, si llego allí... ya tengo que volver, y quizá, aunque sea caminando, acabo la segunda maratón de mi vida sin haber pensado en ello en ningún momento y habiéndome sugerido alguien la posibilidad por primera vez justo veinticuatro horas antes.

Y en el punto de gira hay un basurero con una manguera de agua y la ducha sabe a esperanza.

Y a partir del treinta y cuatro los voluntarios del club empiezan a saber a quizás.

Y a partir del treinta y cinco empieza a oler a finisher.



En el treinta y ocho un compañero no puede más y ya casi solo camina. Yo hace ya un rato que casi lo paso peor caminando que haciendo el gesto de correr, aunque mi velocidad sea solo ligeramente superior a la de caminar y, con pena no me queda otra que "tirar palante".

Me espera la catedral y la traidora revuelta en la escollera que, por un momento me hace dudar de si no me quedaré a un kilómetro de acabar.

Llego.





La vida es aquello que pasa mientras nosotros nos dedicamos a hacer planes.

- ¿Algo más?...


...

- Sí, una maratón.

(Como introducción a la entrada siguiente)

Así acaba uno de los mejores anuncios que he visto en mi vida.

Bueno, que coño, hablando de mi vida y de mi opinión: el mejor anuncio que he visto en mi vida.

Os ruego que lo estudiéis, solo alguna pista de lo que yo veo.

Canción escogida para el comprador-objetivo buscado entonces: en el año dosmilcinco los que estaban en edad de querer comprarse un megane (treintañeros en busca de un coche con línea todavía no tan de papá pero en el que cupiera su canalla, ya nacida o en proyecto)tenían grabada en las meninges la canción de la historia interminable puesto que la vieron entre los cinco y los quince años (es de mil novecientos ochenta y cuatro).

Otro detalle bien estudiado brindado a la edad del comprador-objetivo: la estelar aparición de Richard Clayderman.

Comienzo con sentido: las tres primeras cosas que nombran pueden pasar (¡¡pasan!!) en la carretera en la realidad.

Depués surrealismo MA-RA-VI-LLO-SO.

Ahí va, disfrutadlo, si podéis, tanto como lo hago yo cada vez que lo veo, y van muchas:

Para tener algo sobre lo que cambiarlos.





Dicen que fue John Lennon el dijo aquello de que la vida es aquello que pasa mientras nosotros nos dedicamos a hacer planes...

Tenía cuarenta y cinco días de vacaciones que pensaba disfrutar sin moverme de Mallorca, con los niños y tranquilo, pero en el último momento del último día de trabajo un compañero me sugirió irme a hacer el camino de Santiago en bici... "No jodas, coño, que tengo ya los planes hechos", y contesté así porque instantáneamente supe que me había envenenado.

En menos de una semana estaba en Roncesvalles. En nueve días llegué a Santiago.

Mito, el encargado del cronometraje de todas las carreras de Baleares, me regaló una inscripción a la media maratón de Menorca, debía ser febrero o marzo. "Gracias Mito, no voy a ir pero te lo agradezco". Un mes antes del nueve de octubre me llaman de Menorca para ir a dar una conferencia. Me pagaban el viaje y el hotel, claro. Una vez aceptado me percato de que al dia siguiente de dicha conferencia es la media maratón a la que, efectivamente, consta que estoy apuntado. Acababa de llegar del camino y las piernas estaban rotas pero...

La empecé y la acabé.

Tenía por delante un plan de fin de semana tranquilo, ya no sé qué adjetivo poner a la sensación que tenía en las piernas después de lo del fin de semana anterior en Menorca. El domingo iríamos Josemi y yo a animar a Joan que hacía la media maratón Tui de Palma. El día de antes, en la presentación de la madrina de TRIATS.som, me entero de que estoy inscrito a la maratón (maratón, sí. Entera, sí) TUI del día siguiente. Ni loco.

Pero la empecé...

...y la acabé.

Y yo me preguntó: "¿Para qué demonios hago planes?"

Y a veces, la única contestación que se me viene a la cabeza es: "Para tener algo sobre lo que cambiarlos".