miércoles, 11 de agosto de 2010

Crónica de una caída (X) [Parir una piedra]




Relativamente limpio (muy relativamente, pero al menos ya había visto dónde estaban los puntos de sangrado) y taponado, había que hacer una evaluación más profunda, aunque la verdad, cuando llegamos a la zona de detrás de boxes y me dijeron que me tenían que pasar a la otra ambulancia para que me llevase al PAC dudé, lo que quería era limpiarme del todo (pensé en el mar y en las duchas de boxes) para quitar la mierda -que se me había clavado hasta las entrañas- lo mejor posible, y les dije que no, que me limpiaría y luego ya veríamos, pero tanto la cara de: "¿pero a dónde vas a ir con esa pinta?" como con la frase: "Allí hay médicos, te atenderán mejor", acertaron, pensé, demonios, alguien me tiene que ver la articulación del codo, que está abierta, y entre que el codo ya es difícil verlo normalmente, y que yo casi no lo podía mover (en ese momento, en caliente, aun lo movía un poco, pero empezaba a preocuparme el super biceps que se me veía fruto de la contractura refleja al golpe), accedí a que me llevaran.

El segundo viaje en ambulancia se me hizo largo, me dijeron que el PAC estaba cerca, y seguro que estaba al lado, pero empezaron a aparecer más fantasmas, el codo ya se movía muy poco, el biceps totalmente contracturado... joder, si me he roto el codo es cirugía seguro, y es una articulación muy delicada, se despertará el demonio de mis tripas y adiós... quería llegar cuanto antes, que me dijeran que no tenía nada y que pasara la pesadilla. También me preocupó que me pidieron un teléfono de contacto, y yo no quería que llamaran a mi mujer, se hubiese muerto del susto, así que se lo di a regañadientes y haciéndole prometer que no llamarían a no ser que yo dijese que lo hicieran (evidentemente no llamaron, pero yo tenía miedo y seguía sin pensar con claridad).

Llego al PAC, soy más consciente aún de la pinta que debo tener por como me hacen pasillo los de la ambulancia abriéndome puertas, la administrativo levantándose de su sitio y pasándome directamente a la sala de curas y los pacientes no protestando porque me pasaran primero (sobre todo para esto último hace falta tener muy mala pinta), eso, evidentemente no ayuda, da miedo.

El médico también se levanta de inmediato cuando me ve, dejando al paciente que estaba viendo en ese momento con la palabra en la boca, el paciente se da la vuelta, me ve, y... tampoco protesta... mal rollo. El médico me pregunta como estoy, le digo que soy médico creyendo que le tranquilizaría, enseguida me di cuenta de que, dado como solemos actuar los médicos cuando somos pacientes y la mayor carga de presión al tratar a un "compañero", en realidad era más motivo de susto que otra cosa, pero ya estaba dicho. Le digo que estoy bien, que creo que sólo tengo rasguños pero me preocupa la herida abierta a articulación del codo y el hecho de que cada vez lo muevo menos, mira los rasguños, pasa de ellos de momento (bien hecho), mira el codo, no me gusta su cara: "bueno, de momento tenemos un cuerpo extraño ahí dentro", mierda, con mucho dolor consigo rotar un poco y, efectivamente, hay una piedra dentro de la herida -joder, vaya herida tengo en el codo-, "voy a buscar el material para sacarla"... y mientras se da la vuelta pienso que a mí tener piedras no me mola, ni en el riñón, ni en la vesícula, ni... en el codo, así que, cual subnormal toquiteo por detrás y la expulso. Clic, clic, clic... resuena en el suelo. "Ya no lo tenemos", anuncio triunfante tras el parto al médico al que ni siquiera le había dado tiempo de abrir un cajón. Se da la vuelta y, con su cara y su gesto me hace darme cuenta de que mi actuación estelar sobraba. Perdón, le digo, tienes razón, han sido los nervios. Gesto de disculpa y de comprensión. En ese momento me doy cuenta de lo que os decía antes y se lo confieso: "Sí, ya lo sé, tener un paciente medico, o... enfermera (volviéndome hacia ella), son un coñazo".

En el PAC, y de urgencias, me hacen sólo lo gordo, además, como saben que luego voy a ir al hospital se despreocupan de lavarme del todo y con limpiarme las tres heridas gordas y profundas del codo se quedan contento. Me ponen la antitetánica (premonitorio que la semana anterior había comentado con la enfermera de salud laboral del hospital que me tocaba la de recuerdo) y me preguntan cómo iba de hidratado (por lo que os he contado antes). Les digo que creo que bien, pero que si me ponen un par de sueros salinos fisiológicos me quedo más tranquilo.

Tema sueros:...


(Continuará...)

3 comentarios:

  1. "Datos personales
    Sixto Ruiz Olivares
    Soy familiar, sencillo y me siento feliz muchas veces al día, pero hay que ver cómo me enrollo."

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  2. Sí, este trozo da muchas vueltas.

    Escribí esta crónica toda seguida y reconozco que no ha pasado ni un mínimo intento crítico de corrección, ¿falta de tiempo?, ¿pereza?... probablemente ambas.

    Ya queda poco.

    Gracias Bernardo.

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  3. me di más prisa leyendo MILLENIUM.. jejejejeje

    joder esto me empieza a dar un yuyu keticagas... menos mal que ya te he visto (después de la caída) que si no, pensaria que se muere de un paro cardíaco, en menos de dos capitulos... jodeeerr!!

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